Haadith

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El Libro de Renumeración-39


I• Sobre el empleo

1054. Abû Mûsâ dijo: ‘Fui ante el Profeta (B y P) con dos hombres de la tribu Ash‘ar y le dije: ‘No sabía que ellos pedían el trabajo’. El Profeta (B y P) dijo: «No empleamos –o: No emplearemos para nuestro trabajo a quien lo procura con insistencia»’.

 

II • Pastoreo de ovejas por qarârît

1055. Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Dios no envió profeta alguno sin que haya sido pastor de rebaños». Sus sahabas le preguntaron: ‘¿Has hecho tú lo mismo?’ Él dijo: «Sí, yo solía pastorear las ovejas de la gente de Makka por unos qarârît»’.

 

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El Libro del Shufá-38


I Ofrecer la shuf‘a a quien goza de ese derecho

 

Al-Shuf ‘a; consiste en el derecho a preferencia que tiene el socio cuando una persona desea vender su parte en una propiedad indivisible que comparte con otros en sociedad. El vendedor debe primero ofrecer su parte a los otros socios, si ellos no la quieren podrá ofrecerla a gen- te ajena.

1052. Abû Râfi‘ , esclavo liberto del Profeta (B y P), relató que fue ante Sa‘d bin Abi Waqqâs y le dijo: ‘Cómprame las dos habitaciones que tengo de tu casa’. Sa‘d le dijo: ‘¡Por Dios! No te daré más de cuatro mil dirhams en cuotas’. Abû Râfi‘ dijo: ‘Se me ofreció quinientos dinares (un dinar equi- valía a diez dirhams) por ellas; si no hubiese es- cuchado al Profeta (B y P) decir: «El vecino tiene más derecho que nadie por su cercanía» no te las daría por cuatro mil dirhams siendo que me ofre- cieron quinientos dinares’. Y se las vendió.

 

II • ¿Quién es el vecino más cercano?

1053. ‘Âisha dijo: ‘¡Mensajero de Dios! Tengo dos vecinos ¿A cuál de los dos doy mis presentes?’ Él respondió: «Al que tiene su puerta más cerca de la tuya».

 

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El Libro Medidas justas Salam-37


I Al-salam en una medida defini- da y conocida

Al-Salam (ar.: la entrega). Es una venta en la cual el comprador paga inmediatamente pero recibe el pro- ducto en una entrega posterior.

1049. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘Cuando el Mensajero de Dios (B y P) llegó a Medina la gen- te solía comprar productos a entregar en uno o dos años. El Profeta (B y P) dijo: «Quien compra (para recibir después) frutas debe hacerlo con una medida definida y un peso definido»’. En otra versión agrega: «Y un plazo definido».

 

II • Comprar (al-salam) de quien no tiene aún qué entregar por el precio recibido

1050. Ibn Abi Awfa dijo: ‘Solíamos practicar al salam en la época del Mensajero de Dios (B y P), de Abû Bakr y de ‘Umar, con el trigo, la cebada, las pasas y los dátiles’.

1051. Ibn Abi Awfa dijo en otra versión: ‘Solíamos practicar al salam con los campesinos de Shâm, en el trigo, la cebada y el aceite. Acordába- mos una medida definida y un plazo definido’. Se le preguntó: ‘¿Lo hacían con los que ya tenían el producto a ser entregado?’ él respondió: ‘No les preguntábamos al respecto’.

 

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El Libro de las ventas- 36


I• Lo que nos ha llegado sobre las palabras de Dios: terminado el salat, ¡esparcíos por la tierra, buscad el favor de Dios! Y recordad mucho a Dios... (62:10)

 

984. ‘Abdu Rahmân bin ‘Awf dijo: ‘Cuando llegamos a Medina, el Mensajero de Dios (B y P) me hermanó con Sâ‘d bin Al-Rabí’. Entonces, Sâ‘d bin Al-Rabí’ dijo: ‘Yo soy uno de los ansâríes con más fortuna; así que te daré la mitad de mi fortu- na y vé cuál de mis dos esposas te gusta para que la divorcie y tú puedas casarte con ella». ‘Abdu Rahmân respondió: ‘No necesito eso. ¿Hay por aquí algún mercado donde haya comercio?’ Sâ‘d dijo: ‘El mercado de Qainuqá». ‘Abdu Rahmân fue allí al día siguiente y volvió con un poco de yogurt seco y manteca. Y empezó a frecuentar el mercado hasta que volvió un día con rastros de esencia amarilla. El Mensajero de Dios (B y P) le dijo: «¿Es que te has casado?» ‘Abdu Rahmân res- pondió: ‘Sí’. El Profeta (B y P) dijo: «¿Con quien?» ‘Abdu Rahmân dijo: ‘Con una mujer ansârí’. El Profeta (B y P) le preguntó: «¿Y cuánta dote le diste?» Respondió: ‘El peso de una pepa (como las del dátil) de oro o ‘una pepa de oro’. El Profeta (B y P) le dijo: «Haz un banquete nupcial, aunque sea con un solo cordero».

 

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El Libro del Itikaf - 35


I• El i‘tikâf en los últimos diez días de Ramadán y el i‘tikâf en cualquier mezquita

 

978. ‘Âisha, esposa del Profeta (B y P), relató que el Profeta (B y P) solía hacer el i‘tikâf durante los últimos diez días de Ramadán hasta que Dios se llevó su alma. Después, sus esposas también practicaron el i‘tikâf.

 

II • El mu‘takif (quien practica el retiro) no entrará en su casa sino por necesidad

979. ‘Âisha dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) solía introducir su cabeza (a su casa, desde la mez- quita al lado) y yo lo peinaba y ungía con aceite. Además, cuando estaba en i‘tikâf, no entraba en la casa sino fuese por alguna necesidad’.

 

III • El i‘tikâf (sólo) por la noche

980. ‘Umar preguntó al Profeta (B y P): ‘En la Ignorancia (antes del Islam) hice un voto de reti- rarme a la Mezquita Sagrada por una noche (¿qué debo hacer?)’. El Profeta (B y P) dijo: «Cumple, pues, con tu voto».

 

IV • Las tiendas en la mezquita

981. ‘Âisha relató que el Profeta (B y P) quiso retirarse a la mezquita. Cuando llegó al lugar (de la mezquita) donde estaría, lo halló lleno de tien- das, las tiendas de ‘Âisha, de Hafsa y de Zaynab; dijo: «¿Decís que es piedad lo que hacéis con es- tas tiendas?» Y se retiró de la mezquita sin hacer el i‘tikâf, el cual hizo en el mes de Shawwál, por diez días.

 

V• ¿Puede el mu‘takif salir a la puerta de la mezquita por alguna necesidad?

982. Safiyya, esposa del Profeta (B y P), relató que fue a visitar al Mensajero de Dios (B y P) du- rante su retiro en la mezquita, en los últimos diez días de Ramadán. Estuvo con él por un tiempo y, cuando ella se levantó para volver a su casa, el Profeta (B y P) la acompañó hasta que llegaron a la puerta de Umm Salama. En ese momento, pa- saban por allí dos hombres ansâríes y saludaron al Mensajero de Dios (B y P). Él les dijo: «¡Con calma! (No os vayáis) Es (mi esposa) Safiyya bint Huyay». Ellos dijeron: ‘¡Glorificado sea Dios! ¡Oh mensajero de Dios! (¿Cómo podríamos pen- sar algo malo?)’ y les afectó bastante. El Profeta (B y P) les dijo: «Satán alcanza todo el cuerpo del hombre como la sangre y yo temí que pudiese in- troducir en vuestros corazones algún mal pensa- miento».

 

VI • El i‘tikâf en los segundos diez días de Ramadán

983. Abû Huraira dijo: ‘El Profeta (B y P) solía hacer i‘tikâf en cada Ramadán durante diez días. El año que murió hizo i‘tikâf por veinte días de Ramadán’.

 

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El Libro del Tarawih-34

 

I• La virtud de rezar por las noches en Ramadán

 

972. ‘Âisha relató que el Mensajero de Dios (B y P) salió a medianoche, en Ramadán, para rezar en la mezquita y la gente rezó dirigida por él. Este hadiz ya fue mencionado (ver Nros. 423 y 424) con algunas diferencias en las palabras usa- das. Al final de esta versión agrega: ‘Cuando el Mensajero de Dios (B y P) murió, la situación (de salat al tarâwîh) seguía así’.

 

II • Procurar la Noche del Destino (laylat ul-qadr) en las últimas siete noches (de Ramadán)

973. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que algunos sahabas del Profeta (B y P) vieron en sus sueños que laylat ul-qadr es en las últimas siete noches (de Ramadán). El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Veo que vuestros sueños coincidieron en las úl- timas siete noches. Así que, quien procure (la- ylat ul-qadr), que lo haga en las últimas siete no- ches».

974. Abû Sa‘îd dijo: ‘Hacíamos retiro (i‘tikâf) con el Profeta (B y P) en las segundas diez noches de Ramadán, y la mañana del día veinte, él salió y pronunció un discurso, dijo: «Se me mos- tró laylat ul-qadr (la Noche del Destino), luego se me hizo olvidar, o la olvidé; procuradla, pues, en las noches impares entre las diez últimas no- ches de Ramadán. También me vi prosternándo- me sobre agua y barro; quien hizo el i‘tikâf con el Mensajero de Dios (B y P), pues, que vuelva a hacerlo». Y volvimos sin ver ninguna nube en el cielo. De pronto, apareció una nube y dejó caer la lluvia hasta que ésta se escurrió a través del techo de la mezquita, pues este era de hojas de palmera datilera. En ese momento, se pronunció el iqâma y fue así que vi al Mensajero de Dios (B y P) prosternarse sobre agua y barro, hasta que vi el barro sobre la frente del Mensajero de Dios (B y P).’

 

III • Procurar laylat ul-qadr en las noches impares de las últimas diez noches de Ramadán, adorando a Dios

975. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que el Pro- feta (B y P) dijo: «Procuradla en las diez últimas de Ramadán. Laylat ul-qadr; cuando queden sólo nueve noches de Ramadán, cuando queden sólo siete noches de Ramadán o cuando queden sólo cinco noches (etc.)».

976. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dice en otra versión: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Esta noche está entre las últimas diez (de Ramadán); entre las nueve primeras o entre las siete últimas». Y se re- fería a laylat ul-qadr’.

 

IV • Las buenas obras durante las diez últimas noches de Ramadán

977. ‘Âisha dijo: ‘Cuando llegaban los últimos diez días de Ramadán solía apretarse su cinturón (realizar más buenas obras) y rezar durante la no- che, también despertaba a su familia para rezar por la noche’.

 

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El Libro del Ayuno- 33


I• La virtud del ayuno

 

919. Abû Huraira relató que el Mensajero de Dios (B y P) dijo: «El ayuno es una protección (del Fuego). El ayunante debe, pues, abandonar toda relación sexual y todo mal comportamien- to. Y si alguien lo agrede o la insulta, debe decir: ‘Yo estoy ayunando’ –dos veces–. ¡Y por Aquél en cuyas manos está mi vida! El olor que proviene de la boca del ayunante es mejor para Dios que el perfume del almizcle. (Dios dice del ayunante): Deja su comida, su bebida y sus deseos por Mí. El ayuno es para Mí y yo recompensaré por él. La buena obra tiene su recompensa multiplica- da por diez».

 

II • Al-rayyân para los ayunantes

920. Sahl relató que el Profeta (B y P) dijo: «En el Paraíso hay una puerta llamada Al-Ra- yyán. Por ella entrarán los ayunantes el Día de la Resurrección, y no entrará nadie más fuera de ellos. Se dirá: ‘¿Dónde están los ayunantes?’; ellos se levantarán y nadie más entrará por ella fuera de los ayunantes. Tras que los ayunantes entren se cerrará la puerta y nadie más podrá entrar por ella».

921. Abû Huraira relató que el Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Quien da en caridad dos tipos de bienes por la Causa de Dios será llamado des- de los portales del Paraíso y se les dirá: ‘¡Siervos de Dios! Aquí está la prosperidad’. Los que solían practicar el salat serán llamados desde los porta- les del salat. Los que participaban en el ÿihâd serán llamados desde los portales del ÿihâd. Los que ayunaban serán llamados desde el portal de Al- Rayyán y los que daban limosnas serán llamados desde el portal de las limosnas». Abû Bakr dijo: ‘¡Que mis padres sean ofrendados por ti! Segura- mente que quien es llamado desde estos portales no pasará apuro alguno. ¿Habrá alguien que sea llamado desde todos los portales juntos?’ El Pro- feta (B y P) dijo: «Sí, y espero que seas tú uno de ellos».

922. Abû Huraira dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Cuando llega Ramadán se abren los portales del Paraíso»’.

923. En otra versión Abû Huraira dice: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Cuando llega Ramadán se abren los portales del Paraíso, se cie rran los portales del Infierno y se encadenan los demonios»’.

 

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