Share

Una Introducción al Corán (parte 2 de 2): Su Inimitabilidad y Lenguaje

 

Descripción: La inimitable belleza del Corán y la adoración. El lenguaje del Corán y su impacto histórico en la civilización islámica.

 

Millones y millones de musulmanes están absolutamente convencidos de la grandeza e importancia del Corán, que generalmente se menciona con epítetos como ‘noble’, ‘glorioso’, y ‘sagrado’. ¿Qué es lo que mueve tan profundamente a los musulmanes cuando recitan el Corán, cuándo ven sus versículos, o cuando apenas lo tocan?

De acuerdo a la doctrina islámica, el estilo del Corán es inimitable y de belleza sobrehumana. De tratar, ningún hombre, jamás podría escribir un párrafo que se compare a un versículo del Libro Revelado. Esto tiene que ver en parte con el mérito literario del texto y la eficacia de las palabras – su poder transformador y salvador – que es inimitable. Conmueve hasta a un pastor analfabeto cuando se lo recita, y ha dado forma a la vida de millones de personas en el transcurso de casi quince siglos; ha nutrido algunos de los intelectos mas poderosos conocidos en la historia humana; ha transformado a personas simples en piadosos, y ha sido la fuente del filósofo mas sutil.

Recitar el Corán es la ocupación más sublime y edificante de los musulmanes, hasta cuando no conocen intelectualmente las palabras, como es el caso de los musulmanes que no conocen el idioma árabe. El deseo de los musulmanes es el de recitar el Corán lo mas hermosamente posible, y el arte de la tilāwat, la apropiada recitación, se ha convertido en un gran arte. Aún al recitar el Libro sin embellecimiento, se observan ciertas reglas de recitación.

 

 

El hafiz, quien “preserva” el Corán, quien lo sabe de memoria, es altamente respetado, y los niños y niñas son enviados desde edades tempranas a las mezquitas a memorizar el Corán.

Para no manchar el carácter sagrado del Corán, se debe tener especial cuidado en no dejarlo en lugares donde alguien accidentalmente se pare, siente u falte el respeto de alguna manera; es extremadamente desaconsejable utilizar cualquier libro, además del Corán, con el propósito de apoyar algo sobre él. Cuando no está siendo leído, el musulmán debe colocarlo en el estante de la biblioteca, o en el atril. Algunas personas lo envuelven cuidadosamente en una tela para preservarlo y también para sostenerlo cuando no se encuentran en estado de pureza. También se aseguran de que esté colocado encima de otros libros, y evitan dejarlo en algún lugar descuidado. Está absolutamente prohibido llevarlo al lugar donde se orina o defeca o esos lugares de gran impureza (toilets, depósitos, refugios de animales, alcantarillas, etc.). Recitarlo en estos lugares es también prohibido.

 

El Leguaje del Corán

 

El mundo coránico está estrechamente ligado a la lengua árabe, que, como el hebreo o el arameo (la lengua hablada por Jesús), pertenece a la familia semita. El Corán se define a si mismo específicamente como una ‘escritura árabe’, y el mensaje es conformado por la compleja estructura del lenguaje elegido, una estructura fundamentalmente diferente de cualquiera de las lenguas europeas. La lógica interna de la lengua semita es muy diferente de la de la lengua indo-europea como el inglés, el latín, el sánscrito y el persa. Cada palabra árabe puede retroceder a una fuente verbal trilítera, cuatro o cinco consonantes de las que derivan doce modos verbales diferentes, conformando un número de sustantivos y adjetivos. Esto se suma a la fuente trilítera, y palabras específicas son formadas con la inserción de vocales largas o cortas con la suma de sufijos y prefijos. La fuente como sí está ‘muerta’ –impronunciable- hasta que se lleva a la vida, es decir se vocaliza, con vocales, y es de acuerdo al lugar que el significado básico se desarrolla en el número de diferentes direcciones. La fuente ha sido descrita algunas veces como ‘cuerpo’ mientras que la vocalización es el ‘alma’. Sin comprender el significado y los conceptos relacionados de las palabras árabes, es imposible apreciar la riqueza del significado asociado, la dificultad de su traducción al español y las interrelaciones de las palabras árabes son obvias frente al original.

La preocupación de los musulmanes con el lenguaje sublime del Corán crece en el estudio de la gramática y retórica, especialmente cuando un no-árabe entra al Islam en altas edades y tiene que ser enseñado acerca de las peculiaridades del lenguaje de la revelación. La creencia, durante algunas eras, de que el Libro era intraducible forzó a aquellos que abrazaban el Islam a aprender árabe o al menos a conocer el alfabeto. Muchas veces, esto conllevó a naciones a adoptar el árabe como su lengua nativa, como es el caso de las naciones de la península árabe. Esto ha tenido inmensas consecuencias para otros lenguajes, como el persa, turco, malayo u otros, que adoptaron la escritura árabe. Los dichos y expresiones coránicas son utilizadas en la alta literatura como en las conversaciones diarias, hasta entre los no-árabes, y árabes no-musulmanes.

 

 

Share

Login Form

Volver