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XXXV • La ablución con un solo mudd
152. Anas relató que el Profeta (B y P) solía to- mar baño con un sâ‘ o con hasta cinco mudd y solía hacer la ablución con un mudd.
XXXVI • Pasar la mano mojada por me- dias de cuero (juffayn)
153. Sa‘d bin Abi Waqqâs relató que el Profe- ta (B y P) solía pasarse la mano mojada sobre sus medias de cuero (en vez de lavarse los pies). ‘Ab- dullah bin ‘Umar consultó sobre esto a ‘Umar y él le dijo: ‘Sí. Si Sa‘d te relata algo del Profeta (B y P) no necesitas preguntar a nadie más sobre ello’.
154. ‘Amr bin Umayya Al-Damrî relató que vio al Profeta (B y P) pasar sus manos mojadas sobre sus medias de cuero (en la ablución).
155. ‘Amr bin Umayya también relató: ‘Vi al Profeta (B y P) pasar su mano mojada sobre su turbante y sus medias de cuero’.
XXXVII • Si las viste estando en estado de ablución
156. Al-Mughîra bin Shu‘ba relató: ‘Estaba con el Profeta (B y P) en un viaje y me incliné para sacarle sus media de cuero. El me dijo: «Dé- jalas, pues las vestí después de hacer la ablución (sin haber cometido un hadaz)». Así que sólo se pasó la mano mojada sobre ellas’.
XXXVIII • Quien no repite la ablución despues de comer carne de cordero y sawiq
157. ‘Amr bin Umayya relató que vio al Men- sajero de Dios (B y P) comiendo del omoplato del cordero, luego se lo llamó al salat; así que dejó el cuchillo y fue a rezar sin hacer ablución.
XXXIX
158. Suwayd bin Al-Nu‘mân relató que salió con el Mensajero de Dios el año de la conquis- ta de Jaybar hasta que llegaron a Sahbâ’, un lu- gar cercano a Jaybar: Allí el Mensajero de Dios (B y P) realizó la oración del ‘Asr. Luego pidió las provisiones y sólo le trajeron sawîq. Mandó que se lo ablande con agua y todos comimos. Luego el Profeta (B y P) se levantó para la oración del ocaso (salât al magrib), se lavó la boca con agua y nosotros hicimos lo mismo, luego hicimos la ora- ción sin repetir la ablución.
159. Maymûna relató que el Profeta (B y P) comió con ella del omoplato del cordero y luego rezó sin realizar la ablución.
XL • ¿Hay que enjuagarse la boca despues de beber leche?
160. Ibn ‘Abbâs relató que: El Mensajero de Dios (B y P) bebió leche, se enjuagó la boca y dijo: «Tiene grasa».
XLI • La ablución por dormir y quien opina que por estar somnolien- to hasta dormir una o dos veces o inclinar la cabeza por sueño no obliga a repetir la ablución
161. ‘Âisha relató que el Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Si sentís sueño mientras estáis re- zando idos a dormir, hasta que se os pase el sue- ño, porque quien reza estando somnoliento no sabe si está pidiendo perdón o está maldiciéndose a sí mismo».
162. Anas relató: Que el Profeta (B y P) dijo: «Si sentís sueño durante vuestra oración, dormid, hasta que sepáis qué recitáis».
XLII • Hacer la ablución sin haber cometido hadaz
163. ‘Amr bin ‘Amîr relató: Anas dijo: ‘El Pro- feta (B y P) solía realizar la ablución por cada ora- ción’. Yo pregunte: ‘¿Vosotros qué hacíais?’ Anas respondió: ‘Nos bastaba rezar con la misma ablu- ción hasta romperla con el hadaz’.
XLIII • Entre los mayores pecados está no cuidarse de ser alcanzado por la orina
164. Ibn ‘Abbâs relató: ‘Mientras el Profeta (B y P) pasaba por uno de los (jardines o cemen- terios) amurallados de Medina o de Makka, escu- chó la voz de dos personas que eran castigadas en sus tumbas. Entonces dijo el Profeta (B y P): «Es- tas dos personas esta siendo torturadas; y no es- tán siendo castigadas por un gran pecado». Luego agregó; «¡Pues sí! (si están siendo castigados por un pecado mayor) uno de los dos no se protegía de su propia orina; y el otro, andaba divulgando chismes (para crear conflictos entre la gente)». Luego pidió una rama verde de palmera y la par- tió en dos poniendo un pedazo sobre cada tum- ba. Se le dijo: ‘¡Mensajero de Dios! ¿Porqué hiciste eso?’ Respondió: «Tal vez les disminuya un poco la tortura mientras se secan» .
XLIV • Sobre el lavado de la orina
165. Anas Ibn Mâlik dijo: ‘Cuando el Profe- ta (B y P) iba a hacer sus necesidades yo le traía agua, con la cual limpiaba sus partes privadas’.
XLV • El Profeta (B y P) y la gente dejaron que el beduino termine de orinar en la mezquita
166. Abû Huraira relató que un beduino se le- vantó y empezó a orinar en la mezquita. La gente se apresuró a asegurarlo; sin embargo el Profeta (B y P) les dijo. «Dejadlo (que termine) y vertid sobre su orina un balde de agua o una cubeta de agua. Fuisteis enviados para facilitar las cosas y no para dificultarlas».
XLVI • La orina de los niños
167. Umm Qays bint Mihsan relató que se presentó ante el Mensajero de Dios con su hijo pequeño que aún no había probado alimento sóli- do. El Profeta (B y P) sentó al niño en sus piernas y éste se orinó en sus ropas; así que pidió un poco de agua y lo roció sobre el área alcanzada por la orina y la lavó.
XLVII • Orinar de pie o sentado
168. Hudhayfa dijo: ‘El Profeta (B y P) fue a los terrenos baldíos de alguien y allí orinó de pie; luego pidió agua. Le traje el agua y se hizo la ablu- ción con ella’.
XLVIII • Orinar cerca del compañero mientras se cubre con una pared
169. Hudhayfa también relató: ‘(El Profeta (B y P) y yo caminamos hasta los basureros de alguien. El se paró, como cualquiera de vosotros lo hace, detrás de una pared y orinó). Yo me ale- jé, pero él me señaló (que regrese). Así es que me acerqué y me paré detrás de él hasta que termi- nó’.
XLIX • El lavado de la sangre
170. Asmâ’ relató que una mujer vino ante el Profeta (B y P) y le dijo: ‘Si alguna de nosotras tiene su menstruación y (la sangre) alcanza sus ropas... ¿Cómo hace?’ El respondió: «Ella debe tomarla (la parte afectada) y frotar; luego debe remojarlo en agua y restregarlo y vertirle encima agua limpia. Entonces podrá hacer la oración vis- tiendo esa ropa».
171. ‘Âisha relató: ‘Fâtima bint Abi Hubaish vino ante el Profeta (B y P) y dijo: ‘¡Mensajero de Dios! Soy una mujer que sufre de una permanen- te hemorragia uterina y no llego a limpiarme (de la sangre). ¿Debo dejar la oración?’ El mensajero de Dios (B y P) respondió: «No. Esto es de los va- sos sanguíneos; no es la menstruación. Cuando te venga la menstruación dejas la oración; cuan- do termine te lavas la sangre y luego rezas. Luego haces la ablución para cada oración hasta que te venga la siguiente menstruación»’.
L• Lavar el semen y frotarlo
172. ‘Âisha relató: ‘Solía lavar el semen de la ropa del Profeta (B y P) y el iba a la oración con los rastros del agua (aún visibles) en su ropa’.
LI • La orina del camello, de las bestias, de las ovejas y los establos
173. Anas relató: ‘Algunas personas de la tribu de ‘Ukal o la de ‘Uraina vinieron a Medina y su clima no les sentó bien. El Profeta (B P) les man- dó que vayan a la manada de camellos y que be- ban de su leche y su orina. Fueron allí y cuando recuperaron la salud mataron al pastor del Pro- feta (B y P) y se llevaron los camellos. La noticia llegó (a los musulmanes) al principio del día. El Profeta (B y P) mandó que se les persiga. Al me- diodía fueron capturados y traídos de vuelta. El Profeta (B y P) mandó que se les corte las manos y los pies y se les perfore los ojos con hierro can- dente. Se los dejó en Al-Harra y cuando pidieron agua nadie se las dio’. Abû Quilâba añadió: ‘Estas personas cometieron asesinato, robo, apostasía y combatieron contra Dios y su Mensajero (B y P)’.
174. Anas relató: ‘El Profeta (B y P) solía rezar y antes de que se construya la mezquita, en los co- rrales de la ovejas.’

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