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El libro del Hayy -28


I• La obligatoriedad del haÿÿ y sus virtudes

 

 

769. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘Al-Fadl (su hermano) montaba con el Mensajero de Dios (B y P) y una mujer de la tribu de Jaz‘am se acer- có. Al-Fadl se puso a mirarla y ella lo miraba; el Profeta (B y P) cada vez le movía la cara en otra dirección (a Al-Fadl, para que no mirara a la mu- jer con tanta insistencia). La mujer dijo: ‘¡Men- sajero de Dios¡La imposición de haÿÿ de Dios a Sus siervos alcanzó a mi padre en su vejez y ya no puede sostenerse sobre la montura. ¿Puedo rea- lizar el haÿÿ por él?’ El Profeta (B y P) dijo: «Sí». Esto sucedió en la Peregrinación de la Despedida (Haÿÿat al Wadá’)’.

 

II • Las palabras de Dios: ¡Llama a la humanidad a la peregrinación para que vengan a ti a pie o en todo flaco camello, venido de todo paso ancho y profun- do para atestiguar los benefi- cios recibidos y para invocar el Nombre de Dios...! (22:27-28)

770. ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘Vi al Mensa- jero de Dios (B y P) montar su animal en Dhul Hulayfa y empezar a entonar la talbiya hasta que el animal se ponía de pie.’

 

 

III • El haÿÿ sobre una silla de montar

771. Anas relató que el Mensajero de Dios (B y P) realizó el haÿÿ sobre una silla de montar; y el mismo animal cargaba su equipaje.

 

IV • Las virtudes del haÿÿ mabrûr

772. ‘Âisha, Madre de los Creyentes, dijo: ‘Dije: ‘¡Mensajero de Dios! Consideramos al ÿihâd como la mejor de las obras. ¿Podemos participar en el ÿihâd?’ El Profeta (B y P) dijo: «No, pero el mejor ÿihâd (para las mujeres) es el haÿÿ mabrûr»’.

773. Abû Huraira dijo: ‘Oí al Mensajero de Dios (B y P) decir: «Quien hace el haÿÿ por Dios, y no tiene relaciones sexuales con su esposa (du- rante esos días) ni comete maldades o pecados, volverá a su hogar como su madre lo dio a luz (sin pecado)»’.

 

V• El mîqât para la gente del Yemen

774. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘El Profeta (B y P) dispuso que Dhul Hulayfa sea el Mîqât de la gente de Medina; que Al-Yuhfa lo sea para la gente de Shâm; que Qarn ul-Manâzil lo sea para los de Naÿd; y para los del Yemen que sea Yala- mlam. Estos puntos son para ellos y para los que pasen por allí de otros lugares, para quien desee realizar el haÿÿ o la ‘umra. Y quien resida entre estos lugares y Makka asumirá el ihrâm desde donde parte (para el haÿÿ). Y la gente de Makka lo asume desde Makka.’

 

VI

775. Nâfi’ relató que‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) hizo sentar su ca- mello (y desmontó) en Al-Bathá, en Dhul Hula- yfa, y realizó la oración’. ‘Abdullah bin ‘Umar ha- cía lo mismo.

 

VII • El paso del Profeta (B y P) por el camino de al-shaÿara

776. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que el Mensa- jero de Dios (B y P) salía hacia el haÿÿ por el ca- mino de Al-Shaÿara y retornaba por el camino de Al-Mu‘arras. También relató que en su ida al haÿÿ solía rezar en la mezquita de Al-Shaÿara y cuando retornaba rezaba en la mezquita de Dhul Hula- yfa, en el fondo del valle, y pernoctaba allí hasta la mañana siguiente.

viii Las palabras del Profeta (B y P): «Al-‘Aqîq es un valle bendito»

777. ‘Umar dijo: ‘Oí al Profeta (B y P) decir en el valle de Al-‘Aqíq: «Anoche me vino un enviado de mi Señor que me dijo: ‘Reza en este valle ben- dito y dí: ‘Haré haÿÿ y ‘umra juntos»»’.

778. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que el Profeta (B y P) fue visto descansando en Dhul Hulayfa, al fondo del valle. (En un sueño) se le dijo: ‘Estás en un valle bendito’.

 

IX • Lavar el perfume tres veces del vestido (del ihrâm)

779. Ya‘la bin Umayya relató que dijo a ‘Umar: ‘Muéstrame al Profeta (B y P) cuando le llega la Revelación’. Cuando el Profeta (B y P) estaba en Al-Ÿi‘râna con algunos de sus sahabas llegó un hombre que le dijo: ‘¡Mensajero de Dios¡¿Qué opinas de un hombre que asume el ihrâm para la ‘umra y tiene sus vestidos perfumados?’ El Pro- feta (B y P) quedó en silencio por un momento y le llegó la Revelación. Ya‘la añadió: ‘ ‘Umar me señaló y vine inmediatamente. El Profeta (B y P) estaba bajo la sombra de un toldo de tela y yo in- troduje allí mi cabeza. El Profeta (B y P) estaba con la cara enrojecida y respirando ruidosamen- te. Cuando ese estado terminó, preguntó: «¿Dón- de está el que preguntó por la ‘umra?» Le trajeron al hombre y le dijo: «Lava el perfume que llevas tres veces y sácate la ÿubba (manto). Haz en tu ‘umra como haces en el haÿÿ»’.

 

X• El uso del perfume al asumir el ihrâm y lo que debe vestir al asumir el ihrâm

780. ‘Âisha, esposa del Profeta (B y P), rela- tó: ‘Solía perfumar al Mensajero de Dios (B y P) cuando iba a asumir el ihrâm y al terminarlo, an- tes de circunvalar la Ka‘ba (tawâf al ifâda).’

 

XI • Quien entona la talbiya y asume el ihrâm con el pelo engomado

781. ‘Abdullah bin ‘Umar relató: ‘Oí al Men- sajero de Dios (B y P) entonando la talbiya y asu- miendo el ihrâm con el pelo engomado y junto.’

 

XII • Asumir el ihrâm, entonando la talbiya en la mezquita de Dhul Hulayfa

782. ‘Abdullah bin ‘Umar también relató: ‘El Mensajero de Dios (ByP) siempre asumió el ihrâm, entonando la talbiya, desde la mezquita’ refiriéndose a la mezquita de Dhul Hulayfa.

 

XIII • Montar sólo o acompañado du- rante el haÿÿ

783. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que Usâma acompañó al Profeta (B y P) en la misma montura desde ‘Arafa a Muzdalifa, luego lo acompañó Al-Fadl, de Muzdalifa a Mina; y ambos dijeron: ‘El Profeta (B y P) no dejó de entonar la talbi- ya hasta realizar el ramyi (arrojar las piedras) en Ÿamrat ul-‘Aqaba’.

 

XIV • Las cosas que el muhrim puede vestir: para el ridâ’ y para el izâr

784. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘El Profeta (B y P) partió de Medina con sus sahabas después de ungirse el cabello con aceite y peinárselo y ves- tir su ridâ’ y su izâr. No prohibió ningún tipo de izâr ni de ridâ’, excepto los teñidos con azafrán, pues podrían dejar algún aroma sobre la piel. Amaneció en Dhul Hulayfa y montó su camello hasta que llegó a Al-Baydá’, donde él y sus saha- bas entonaron la talbiya y realizó el taqlîd a su camello. Esto fue cuando aún restaban cinco días del mes de Dhul Qa‘da y llegó a Makka a los cua- tro días del mes de Dhul Hiÿÿa. Hizo la circun- valación alrededor de la Ka‘ba e hizo el sa‘yi (re- corrido) entre las colinas de Al-Safa y Al-Marwa. Siguió con el ihrâm porque ya había marcado su ofrenda. Luego de asumir el haÿÿ se dirigió a la parte alta de Makka, Al-Haÿûn, y no se aproxi- mó a la Ka‘ba hasta que volvió de ‘Arafa; entonces, ordenó a sus sahabas que circunvalen la Ka‘ba y entre Al-Safa y Al-Marwa; y que luego se corten el cabello y den por terminado el ihrâm. Esto era para quien no había designado a su ofrenda para el sacrificio; y quien estaba con su esposa pues podía tener relaciones sexuales con ella, así como podía vestir las ropas normales y ponerse perfume.’

 

XV • La talbiya

785. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que la talbiya del Mensajero de Dios (B y P) era: «Labbayk All- ahumma labbayk; labbayk la sharîka lak labbayk. Inna al hamda wan ni‘mata laka wal mulk, la sha- ríka lak (Respondo a Tu llamado ¡Oh Dios! Res- pondo a Tu llamado. Respondo a Tu llamado, no tienes copartícipe alguno, respondo a Tu llamado. Ciertamente, la alabanza y la gracia es Tuya y la soberanía; no tienes copartícipe alguno)».

 

XVI • La alabanza, la glorificación y el takbîr al montar antes de la talbiya

786. Anas relató: ‘El Mensajero de Dios (B y P) rezó con nosotros cuatro rak‘ât del dhu- hur en Medina y rezó dos rak‘ât en Dhul Hulay- fa para el ‘asr. Allí pasó la noche hasta que ama- neció. Luego montó hasta que llegó a Al-Baydá’; allí alabó a Dios, le glorificó y pronunció el takbîr. Luego pronunció la talbiya con intención de ha- cer el haÿÿ y la ‘umra juntos; la gente también los juntó en su intención. Cuando llegamos a Makka, ordenó a la gente que suspendan su ihrâm has- ta el día de Al-Tarwiya (octavo de Dhul Hiÿÿa), cuando entonaron la talbiya para el haÿÿ. El Pro- feta (B y P) degolló sus ofrendas con su mano y mientras los camellos estaban de pie. Y cuando estuvo en Medina degolló dos carneros de color blanco y negro.’

 

XVII • Entonando la talbiya de cara a la qibla

787. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que solía en- tonar la talbiya desde Dhul Hulayfa hasta llegar a los límites del santuario de Makka, allí dejaba de entonarla y pernoctaba en Dhu Tuwa. Después de rezar el alba se bañaba. Alegó que así lo hizo el Mensajero de Dios (B y P).

 

XVIII • Entonar la talbiya al descender por un valle

788. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘El Profeta (B y P) dijo: «...Y Mûsâ; es como si lo viese, cuan- do descendía un valle entonaba la talbiya»’.

 

XIX • Quien pronuncia la talbiya en la época del Profeta (B y P) con la misma intención que él

789. Abû Mûsâ relató: ‘El Mensajero de Dios (B y P) me envió a una población en el Yemen; cuando volví lo encontré en Al-Bathá’. Me dijo: «¿Con qué intención pronunciaste la talbiya?» Le dije: ‘La entoné con la misma intención que el Profeta (B y P)’. Me dijo: «¿Tienes contigo alguna ofrenda?» Le dije: ‘No’. Me ordenó que circunvale la Ka‘ba y (haga el recorrido) entre Al-Safa y Al- Marwa, luego me ordenó que suspenda mi ihrâm y fui con una mujer de mi tribu para que me pei- ne o me lave la cabeza.’

‘Luego vino la época del Califato de ‘Umar; él dijo: ‘Si tomamos el libro de Dios, pues Él nos ordena que completemos (haciendo la ‘umra en una ocasión y el haÿÿ en otra). Dios dijo: Llevad a cabo la peregrinación mayor y la menor (2:196). Y si tomamos la sunna del Profeta (B y P), pues él no suspendió el ihrâm hasta que sacrificó su ofrenda. (haÿÿ qirân)»

 

XX • Las palabras de Dios: ya se sabe cuales son los meses del haÿÿ... (2:197)

790. Al-Qâsim bin Muhammad relató que ‘Âisha relató su hadiz sobre el haÿÿ, que ya men- cionamos. En esta versión dice: ‘Salimos con el Mensajero de Dios (B y P) en los meses del haÿÿ, en las noches del haÿÿ, en el estado y los lugares del haÿÿ. Desmontamos en Sarif (una aldea a diez km. de Makka). El Profeta (B y P) salió ante sus sahabas y les dijo: «Quien no lleve una ofrenda y desee aprovechar para hacer (con su haÿÿ) una ‘umra que lo haga (haÿÿ tamattu’). Y quien lleve su ofrenda que no lo haga. (haÿÿ qirán)». Algunos sahabas lo hicieron y otros no. En cambio el Men- sajero de Dios (B y P) y algunos de sus hombres, pues eran personas fuertes y llevaban sus ofren- das y no pudieron hacer sólo la ‘umra (sino que hicieron ‘umra y haÿÿ con un solo ihrâm)’. Luego mencionó el resto del hadiz. XXI • Lo que se dice sobre al tamattu’, al qirân y al ifrâd en el haÿÿ. Y la suspensión del haÿÿ de quien no lleva con el su ofrenda

791. Al-Aswad relató que ‘Âisha dijo: ‘Salimos con el Mensajero de Dios (B y P) con la sola in- tención de realizar el haÿÿ. Cuando llegamos a Makka, realizamos el tawâf alrededor de la Ka‘ba (con el sa‘yi) y el Profeta (B y P) mandó suspen- der el ihrâm a todos los que no habían traído con ellos sus ofrendas; y así lo hicieron. Nosotras, sus esposas, no trajimos nuestras ofrendas, así es que suspendimos el ihrâm’. Safiyya dijo: ‘Pienso que los voy a retrasar’. El Profeta (B y P) dijo: «‘Aqra Halqa; ¿Acaso no hiciste el tawâf el día del sacri- ficio?» Ella dijo: ‘Si’. El dijo: «No hay problema, parte con nosotros».

792. ‘Âisha dijo, en otra versión: ‘Salimos con el Mensajero de Dios (B y P) el año de la Peregri- nación de Despedida (año 9H.). Algunos de noso- tros entonaron la talbiya con intención de ‘umra; otros con intención de haÿÿ y ‘umra; y otros con intención de haÿÿ. El Mensajero de Dios (B y P) entonó la talbiya con intención de haÿÿ; en cam- bio los que entonaron la talbiya con intención de haÿÿ, o de ‘umra y haÿÿ juntos, pues tuvieron que mantener el ihrâm hasta el Día del Sacrificio.’

793. Marwân bin Al-Hakam relató: ‘ ‘Uzmân solía prohibir a la gente de hacer el haÿÿ tamat- tu’ y haÿÿ al qirân (haÿÿ y ‘umra juntos). Cuando ‘Alî vio esto pronunció la talbiya con intención de hacer haÿÿ y ‘umra juntos; y dijo: ‘No dejaré la sunna del Profeta (B y P) por las palabras de al- guien».

794. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘La gente de la (época de la) Ignorancia pensaba que hacer ‘umra en los meses del haÿÿ era una de las peores abo- minaciones sobre la tierra. Y hacían del mes de Safar un mes sagrado; decían: ‘Cuando sanen los lomos y se borren las heridas (de los camellos al volver del haÿÿ) y termine el mes de Safar, en- tonces se hace permisible la ‘umra para quien la desee. Cuando el Profeta (B y P) llegó (a Makka) con sus sahabas la mañana del cuarto día de Dhul Hiÿÿa, con la intención de hacer el haÿÿ, y el Pro- feta (B y P) les ordenó que la cambien a ‘umra ellos quedaron sorprendidos. Dijeron: ‘¡Mensaje- ro de Dios! ¿Cómo suspendemos el ihrâm?’ El les dijo: «Es una suspensión completa»».

795. ‘Abdullah bin ‘Umar relató: ‘Hafsa, espo- sa del Profeta (B y P), dijo: ‘¡Mensajero de Dios! ¿Por qué la gente suspendió su ihrâm después de la ‘umra y tú no lo has hecho después de tu ‘umra? El respondió: «Yo engomé mi cabeza y adorné mi ofrenda. No suspenderé, pues, el ihrâm hasta que sacrifique la ofrenda»».

796. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que un hom- bre le preguntó sobre el tamattu’ diciendo: ‘La gen- te me prohibió de hacerlo’. ‘Abdullah bin ‘Abbâs le ordenó que lo haga. El hombre dijo: ‘Después, vi en el sueño a alguien que me decía: ‘haÿÿ mabrûr y ‘umra aceptada’. Informé de ello a Ibn ‘Abbâs y él me dijo: ‘Es la sunna del Profeta (B y P)».

797. Ÿâbir bin ‘Abdullah dijo: ‘Hice al haÿÿ con el Profeta (B y P) cuando él llevó sus ofrendas. La gente iba con intención de hacer sólo el haÿÿ. El Profeta (B y P) les dijo: «Suspended vuestro ihrâm después de circunvalar la Ka‘ba, terminar el sa‘yi entre Al-Safa y Al-Marwa; y cortad vuestro cabe- llo, quedando libres del ihrâm hasta el Día de la Tarwiya (octavo día del mes Dhul Hiÿÿa). Enton- ces, asumid el ihrâm nuevamente con intención de haÿÿ. Este ihrâm con el que llegasteis que sea para ‘umra solamente». La gente dijo: ‘¿Cómo po- dremos cambiar a ‘umra si pronunciamos la in- tención del haÿÿ?’ Él les dijo: «Haced como os mando; si no fuese que traje conmigo mis ofren- das haría lo mismo que os ordeno, pero no puedo suspender el ihrâm hasta que la ofrenda llegue a su destino (el sacrificio)». Y así lo hicieron’.

 

XXII • Haÿÿ ut-tamattu’

798. ‘Imrán dijo: ‘Hicimos haÿÿ ut tamattu’ en la época del Profeta (B y P), mientras se revelaba el Corán. Luego, un hombre habló (del tamattu’) según su propia opinión ’. XXIII • Por dónde se entra a Makka

799. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que el Mensa- jero de Dios (B y P) entró a Makka por Kadá’, de la Zaniyyat al ‘Ulya que está por Al-Bathá’. Y solía dejar Makka por la Zaniyyat us Sufla.

 

XXIV • Las virtudes de Makka y sus edificios

800. ‘Âisha dijo: ‘Pregunté al Profeta (B y P) sobre la pared circular (junto a la Ka‘ba): ¿Es par- te de la Ka‘ba? El me dijo: «Sí». Pregunté: ¿Por qué no la añadieron a la construcción de la Ka‘ba? El me dijo: «A tu pueblo no le alcanzaron los fon- dos». Pregunté después: ¿Por qué la puerta es ele- vada? Me dijo: «Tu gente la hizo así para admitir a quienes deseen y rechazar a quienes deseen. Si no fuese que tu gente abandonó la ignorancia hace muy poco tiempo agregaría la pared circular a La Ka‘ba y bajaría la puerta hasta el suelo, pero temo que sus corazones lo detesten»’.

801. ‘Âisha, en otra versión, relata que el Pro- feta (B y P) dijo: «¡‘Âisha! Si no fuese que tu gente abandonó la Ignorancia hace poco tiempo orde- naría derribar la Ka‘ba para agregar lo que se dejó fuera y la pondría a nivel del suelo. También le abriría dos puertas, una al este y otra al oeste; y así respetaría la construcción original de Ibrahîm (Abraham (P))».

 

XXV • Heredar las casas de Makka y su compra y venta. Y que la gente tiene los mismos derechos respecto a la mezquita sagrada

802. Usâma bin Zayd relató haber preguntado al Profeta (B y P): ‘¡Mensajero de Dios! ¿Dónde te alojarás en Makka? ¿Lo hará en tu casa?’ El Pro feta (B y P) dijo: «¿Y es que ‘Aqîl ha dejado algún cuarto o casa?» ‘Aqîl y Tâlib habían heredado la propiedad de Abû Tâlib (tío del Profeta (B y P)). ‘Alî y Ÿa‘far (hermanos de los primeros y primos del Profeta (B y P)) no heredaron nada por ser musulmanes, mientras que ‘Aqîl y Tâlib eran in- crédulos.

 

XXVI • La residencia del Profeta (B y P) en Makka

803. Abû Huraira relató: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo, cuando decidió entrar a Makka: «Nuestro destino, mañana, será, si Dios quiere, Jayf Bani Kinâna, donde los incrédulos hicieron su juramento de incredulidad». Se refería a lugar donde la tribu de Quraysh y la de Banu Kinâna hicieron un compromiso contra Banu Hâshim y Banu ‘Abdul Muttalib, de no casarse con gente de ellos ni comerciar con ellos hasta que entreguen al Profeta (B y P) en sus manos’.

 

XXVII • La demolición de la Ka‘ba

804. Abû Huraira dijo: ‘El Profeta (B y P) dijo: «El de las dos piernas delgadas de Etiopía demo- lerá la Ka‘ba»’.

XXVIII • Las palabras de Dios: Dios hizo de la Ka‘ba, la casa sagrada, estación para los hombres; y ha instituido el mes sagrado... (5:97)

805. ‘Âisha dijo: ‘La gente solía ayunar ‘Ashurá’ antes de que se prescriba Ramadán. Ese día se cu- bría la Ka‘ba con una cubierta. Cuando Dios im- puso el ayuno de Ramadán, el Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Quien desee ayunarlo que ayune y quien desee dejarlo que lo deje»’.

806. Abû Sa‘îd Al-Judrî relató que el Profe- ta (B y P) dijo: «La gente seguirá practicando el haÿÿ a la Casa Sagrada y la ‘umra aún después del surgimiento de Ya‘ÿúÿ y Ma‘ÿúÿ (Gog y Ma- gog)».

 

XXIX • La demolición de la Ka‘ba

807. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que el Pro- feta (B y P) dijo: «Me parece verlo; un negro de piernas delgadas va arrancando piedra por piedra».

 

XXX • Lo que se dice de la piedra negra

808. ‘Abis bin Rabí‘a relató: ‘ ‘Umar se acercó a la piedra negra, la besó, y dijo: ‘Yo sé bien que eres una simple piedra; que no dañas ni beneficias; y si no fuese que vi al Mensajero de Dios (B y P) be- sarte no te besaría’.’

 

XXXI • Quien no entró a la Ka‘ba

809. ‘Abdullah bin Abi Awfa dijo: ‘El Mensa- jero de Dios (B y P) hizo la ‘umra. Circunvaló la Casa Sagrada y rezó detrás del lugar de Ibrahîm dos rak‘ât, habiendo quien lo cubra de la gente’. Un hombre preguntó: ‘¿Entró el Mensajero de Dios (B y P) a la Ka‘ba?’ Dijo: ‘No’.

 

XXXII • Pronunciar el takbîr dentro de la Ka‘ba

810. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘Cuando el Mensajero de Dios (B y P) llegó a Makka rehusó entrar a la Casa sagrada mientras estuvieran allí los dioses. Ordenó, pues, que se los saque fuera y así se lo hizo. Sacaron una imagen de Ibrahîm e Isma‘íl llevando las flechas adivinatorias en sus manos. El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Que Dios los maldiga. ¡Por Dios! Ellos sabían que Ibrahîm e Isma‘íl nunca recurrieron a estas fle- chas». Y entró en la Casa y pronunció el takbîr, pero no rezó allí’.

 

XXXIII • Cómo surgió el ramal

811. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató: ‘El Mensajero de Dios (B y P) llegó a Makka con sus sahabas y los incrédulos dijeron: ‘Ya está llegando y ha sido debilitado por las fiebres de Yazrib (Medina)’. Así que el Profeta (B y P) ordenó a sus sahabas que aceleren el paso en las primeras tres vueltas (a la Ka‘ba) y que caminen entre la esquina del Yemen y la de la piedra negra. Lo que le impidió ordenarles que aceleren el paso en las demás vueltas fue su piedad por ellos.’

 

XXXIV • Encarar y besar la piedra negra al llegar a Makka en el ini- cio del tawâf y hacer el ramal en las tres vueltas

812. ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘Vi al Mensaje- ro de Dios (B y P) llegando a Makka. Besó la pie- dra negra al empezar el tawâf. Aceleró el paso en tres de las siete (circunvalaciones)’.

 

XXXV • Al-raml en el haÿÿ y la ‘umra

Ibn ‘Umar relató que el Profeta (B y P) hizo el ramal en las primeras tres vueltas del Tawâf y ca- minó en las últimas cuatro, tanto en el haÿÿ como en la ‘umra.

813. ‘Abdullah bin ‘Umar relató: ‘No tenemos razón para hacer el ramal, excepto que quisimos exhibir fortaleza ante los incrédulos, y ahora Dios los ha destruido’. Luego añadió: ‘Es algo que el Profeta (B y P) hizo y no nos gusta abandonar su práctica.’

814. Nâfi’ relató que ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘Nunca dejé de tocar estas dos esquinas (la del Yemen y la de la piedra negra); ni en las muche- dumbres ni cuando hay poca gente, desde que vi al Profeta (B y P) hacerlo.’

XXXVI • Tocar la esquina (de la piedra negra) con un bastón de cabeza curva

815. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘El Profeta (B y P) hizo el tawâf en su Peregrinación de Des- pedida sobre un camello. Tocaba la esquina con un bastón de cabeza curva’.

 

XXXVII • Besar la piedra negra

816. Al-Zubayr bin ‘Arabi relató: ‘Un hombre preguntó a Ibn ‘Umar sobre tocar la piedra negra. Él respondió: ‘Vi al Mensajero de Dios (B y P) to- carla y besarla’. El hombre dijo: ‘¿Qué tal si hay una gran multitud? ¿Y si no te permiten hacer- lo?’ él le dijo: ‘Deja tus ‘¿Qué tal si...?’ en el Yemen (pues el hombre era de allí). Vi al Mensajero de Dios (B y P) que la tocaba y la besaba.’

 

XXXVIII • Quien hace el tawâf alrededor de la casa sagrada antes de volver a su hogar después de vi- sitar Makka

817. ‘Urwa relató que ‘Âisha dijo: ‘Lo prime- ro que hizo –el Profeta (B y P) al llegar a Makka– fue la ablución; luego hizo el tawâf, y eso no fue sólo ‘umra. Después Abû Bakr y ‘Umar hicieron la mismo en su haÿÿ’.

818. ‘Abdullah bin ‘Umar relató sobre el tawâf del Profeta (B y P) (como en el relato reciente- mente mencionado) y añadió: Que solía ofrecer dos rak‘ât después del tawâf y luego andaba entre Al-Safa y Al-Marwa.

 

XXXIX • Hablar durante el tawâf

819. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que el Profeta (B y P) estaba haciendo el tawâf alrededor de la Ka‘ba y pasó cerca de un hombre que había atado sus manos a otro con una cuerda, una soga o algo así. El Profeta (B y P) la cortó con su mano y le dijo: «Guíalo con la mano».

XL • No hará el tawâf ninguna per- sona desnuda ni hara el haÿÿ ningún incrédulo politeísta

820. Abû Huraira relató que Abû Bakr lo envió –durante el haÿÿ en el que el Mensajero de Dios (B y P) lo designó al mando de los peregrinos an- tes de la Peregrinación de Despedida– el Día del sacrificio en Mina para que haga un anuncio pú- blico de que: Ningún politeísta podrá realizar el haÿÿ después de este año ni podrá circunvalar la Casa Sagrada ninguna persona desnuda.

 

XLI • Quien no se acerca a la Ka‘ba y no hace tawâf alguno, después del tawâf de llegada, hasta ha- ber retornado de ‘arafa

821. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató: ‘El Profeta (B y P) llegó a Makka; hizo el tawâf y el sa‘yi en-

tre Al-Safa y Al-Marwa’ y no se acercó más a la Ka‘ba, después de su tawâf, hasta que regresó de ‘Arafa’.

 

XLII • Suministrar agua a los peregrinos

822. ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘Al-‘Abbâs bin ‘Abdul Muttalib pidió permiso al Mensajero de Dios (B y P) para pasar las noches de Mina en Makka a fin de suministrar agua a los peregrinos y el Profeta (B y P) se lo permitió’.

823. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que el Men- sajero de Dios (B y P) llegó al lugar del agua para beber y pidió que se le dé agua. Al-‘Abbâs dijo: ‘¡Fadl! Ve donde tu madre y tráele algo de beber al Mensajero de Dios (B y P) de allí’. El Mensaje- ro de Dios (B y P) dijo: «Dame de beber (de aquí mismo)». Al-‘Abbâs dijo: ‘¡Mensajero de Dios! La gente mete sus manos allí’. El Profeta (B y P) dijo: «Dame de beber». Y bebió de allí; luego fue a Zamzam. Allí encontró gente ofreciendo agua y trabajando (en su extracción); les dijo: «Trabajad, pues estáis haciendo una buena obra». Luego dijo: «Si no temiese que otros lleguen a competir con vosotros bajaría y me pondría la soga sobre éste» y señaló su hombro.

824. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo también: ‘Di de beber agua de Zamzam al Mensajero de Dios (B y P) y el bebió de pie’.

En otro relató se cita que el Profeta (B y P) es- tuvo todo ese día montado en un camello.

 

XLIII • La obligatoriedad de (el sa‘yi entre) Al-Safa y Al-Marwa

825. ‘Urwa dijo: ‘Pregunté a ‘Âisha: ‘¿Cómo in- terpretas las palabras de Dios: Al-Safa y Al-Ma- rwa figuran entre los ritos prescritos por Dios; por eso, quien hace la Peregrinación a la Casa o la ‘umra, no hace mal en dar las vueltas alre- dedor de ambas... (2:158)? ¡Por Dios! Tampoco habría inconveniente alguno si no se hace el sa‘yi entre Al-Safa y Al-Marwa’. ‘Âisha dijo: ‘Qué mal lo que has dicho sobrino. Si esta aleya fuese como tú la interpretaste diría: ‘No hay inconveniente en que no...’ sin embargo fue revelada por los ansâr; antes de abrazar el Islam ellos peregrinaban por un ídolo demoníaco llamado Manát, al cual adoraban en Al-Mushallal. Por ello, quien asumía el ihrâm para Manát se veía incomodado por hacer el sa‘yi entre Al-Safa y Al-Marwa. Cuando abra- zaron el Islam, preguntaron al Mensajero de Dios (ByP) por ello; dijeron: ‘¡Mensajero de Dios (B y P)! Siempre nos incomodó hacer el tawâf entre Al-Safa y Al-Marwa’. Así que Dios reveló: Al-Safa y Al-Marwa figuran entre los ritos pres- critos por Dios; por eso, quien hace la Peregrina- ción a la Casa o la ‘umra, no hace mal en dar las vueltas alrededor de ambas... (2:158)’.

‘Âisha agregó: ‘Sin lugar a duda, el Mensajero de Dios (B y P) impuso la sunna del tawâf entre estas dos; y nadie tiene el derecho de dejar de ha- cerlo.’

 

XLIV • Lo que nos ha llegado sobre el sa‘yi entre Al-Safa y Al-Marwa

826. ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) aceleraba el paso en las primeras tres vueltas del tawâf y hacía las cuatro restantes a paso regular. Y solía correr al llegar al cauce de las aguas de lluvia en el sa‘yi entre Al-Safa y Al- Marwa’.

 

XLV • La mujer menstruante puede realizar todos los ritos ex- cepto el tawâf alrededor de la casa sagrada

827. Ÿâbir bin ‘Abdullah dijo: ‘El Profeta (B y P) y sus sahabas asumieron el ihrâm sólo para el haÿÿ y ninguno llevaba consigo su ofrenda excepto el Profeta (B y P) y Talha. ‘Alî venía del Yemen y traía también su ofrenda con él y dijo: ‘Asumí el ihrâm para lo mismo que lo asumió el Profeta (B y P)’. El Profeta (B y P) ordenó a sus sahabas que cambien su haÿÿ por ‘umra, que ha- gan el tawâf, que se corten el pelo y suspendan el ihrâm, excepto el que tenía consigo su ofrenda. La gente dijo: ‘¿Cómo podremos irnos a Mina (para el haÿÿ) después de tener relaciones con nuestras mujeres?’ Eso llegó a oídos del Profeta (B y P), quien dijo: «Si hubiese sabido antes lo que ahora sé no hubieses traído mi ofrenda. Y si no tuviese mi ofrenda conmigo hubiese suspendido también el ihrâm»’.

 

XLVI • ¿Dónde se reza el dhuhur el día de al-tarwia?

828. ‘Abdul ‘Azîz bin Rufá‘i relató que pregun- tó a Anas: ‘Infórmame de algo que recuerdes del Profeta (B y P); ¿Dónde rezó el dhuhur y el ‘asr el día de Al-Tarwiya?’ Anas dijo: ‘En Mina’. Luego preguntó ‘Abdul ‘Azíz: ‘¿Y dónde rezó el ‘asr en el día del regreso (12 o 13 del mes)?’ Dijo: ‘En Al- Abtah’; y luego añadió: ‘Haz como hacen tus au- toridades’.

 

XLVII • El ayuno del día de ‘Arafa

829. Umm Al-Fadl relató: ‘La gente dudaba si el Profeta (B y P) estaba ayunando en el día de ‘Arafa; así que le mandé algo de beber y el lo be bió.’

 

XLVIII • Partir hacia ‘Arafa al mediodía (el día noveno del mes)

830. Sâlim, hijo de‘Abdullah bin ‘Umar rela- tó que su padre, al llegar el mediodía del día de ‘Arafa, fue a gritarle a Al-Haÿÿâÿ fuera de su tien- da. Éste salió cubriéndose con un izâr teñido con azafrán y dijo: ‘¿Qué te pasa Abû ‘Abdu Rahmân?’ Ibn ‘Umar le dijo: ‘Debemos partir si quieres se- guir la sunna’. Al-Haÿÿâÿ dijo: ‘¿A esta hora?’ le dijo: ‘Sí’. Al-Haÿÿâÿ le dijo: ‘Espérame hasta que me vierta un poco de agua sobre la cabeza y lue- go salgo’. Ibn ‘Umar bajó de su montura y esperó hasta que salió Al-Haÿÿâÿ y partió. Sâlim dijo a Al-Haÿÿâÿ –estando en compañía de su padre–: ‘Si quieres seguir la sunna sé breve en el sermón y apresúrate hacia la estadía en ‘Arafa’. Al-Haÿÿâÿ miró a Ibn ‘Umar, cuando se dio cuenta de ello, Ibn ‘Umar le dijo: ‘Está en lo cierto’. ‘Abdul Mâlik (el Califa) había escrito a Al-Haÿÿâÿ que no con- tradiga a ‘Abdullah bin ‘Umar sobre el haÿÿ.

 

XLIX • Apresurarse a la estadía (de ‘Arafa)

 

L• La estadía en ‘Arafa

831. Ÿubayr bin Mut‘im dijo: ‘Perdí uno de mis camellos y salí a buscarlo el día de ‘Arafa. Y vi al Profeta (B y P) parado en ‘Arafa; me dije: ‘¡Por Dios! Este es de los Hums . ¿Qué hace aquí?»

 

LI • La marcha rápida al salir de ‘Arafa

832. ‘Urwa dijo: ‘Usâma bin Zayd fue pre- guntado: ‘¿A qué velocidad partió el Mensajero de Dios (B y P) (en su camello) cuando salió de ‘Arafa en la Peregrinación de Despedida?’ Usâma dijo: ‘Salió a un paso regular, pero cuando se abría un espacio aceleraba».

 

LII • El Profeta (B y P) ordenó la calma a la gente al salir de ‘Arafa y les señaló con su látigo

833. ‘Abdullah bin ‘Abbâs relató que partió junto con el Profeta (B y P) de ‘Arafa. El Profeta (B y P) oyó detrás de él un gran alboroto y mu- cho fustigamiento a los camellos. Así que señaló a la gente con su látigo y les dijo: «¡Gentes! Debéis proceder con calma, pues apresurarse no es señal de piedad».

 

LIII • Quien envía a los débiles de su familia (de Muzdalifa a Mina) por la noche y se queda en Muz- dalifa a orar, para luego partir hacia Mina cuando se pierde la luna

834. Se relata de Asmâ’ bint Abi Bakr; que lle- gó la noche de Ÿam‘ a Muzdalifa y se puso a re- zar. Rezó por un tiempo y luego dijo (a su siervo ‘Abdullah): ‘¡Hijito! ¿Ya se perdió la luna?’ El le dijo: ‘No’. Así es que rezó un tiempo más y luego preguntó: ‘¿Ya se perdió la luna?’ El dijo: ‘¡Sí!’ Así que ella ordenó partir y partieron hasta llegar a Mina y lanzar las piedras en Al-ÿamarât. Luego volvió y rezó el faÿr en su tienda. Abdullah aña- dió: ‘Le dije: ‘¡Señora! Creo que nos apresuramos en la noche’. Ella respondió: ‘¡Hijito! El Mensajero de Dios (B y P) permitió esto a las mujeres’.

835. ‘Âisha dijo: ‘Llegamos a Muzdalifa y Sawdâ pidió permiso al Profeta (B y P) para par- tir antes que la gente en la noche de ÿam’, pues era una mujer de lento andar. El Profeta (B y P) se lo permitió y ella partió antes que la gente lo haga. Nosotros nos quedamos hasta el amanecer y partimos al partir el Profeta (B y P). Deseé ha- ber pedido permiso al Profeta (B y P) como lo pi- dió Sawda, mucho más que cualquier otra cosa.’

 

LIV • Quien reza el faÿr en Ÿam‘

836. ‘Abdu Rahmân bin Yazîd relató: ‘Salimos con ‘Abdullah (de ‘Arafa) hacia Ÿam‘. Al llegar, él rezó dos oraciones, cada una con su propio adhân y su propio iqâma, el ‘ishâ’ era una de ellas. Luego rezó el faÿr cuando llegó el alba, algunos decían: ‘Llegó el alba’ y otros decían: ‘No llegó el alba’. Lue- go dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Estas dos oraciones han sido removidas de sus tiempos, en este lugar: El magrib y el ‘ishâ’, porque la gen- te llega aquí cuando ya está entrada la noche (es hora del ‘ishâ’) y el faÿr a esta hora»’. Luego espe- ró allí hasta que el amanecer tomó un tono ama- rillento. Luego dijo: ‘Si el Emir de los Creyentes parte ahora habrá cumplido con la sunna’. Y no sé que vino primero: Las palabras de ‘Abdullah o la partida de ‘Uzmân (el Califa). ‘Abdullah se man- tuvo entonando la talbiya hasta que lanzó las piedras en Ÿamrat al ‘Aqaba el día del sacrificio’.

 

LV • Cuándo se parte de Ÿam‘ (muzdalifa)

837. Se relata que ‘Umar rezó el faÿr en Ÿam‘ y luego se puso de pie y dijo: ‘Los incrédulos no partían hasta que salía el sol; y decían: ‘Que el sol brille en (el monte) Zâbir’. Y el Profeta (B y P) los contradijo y partió antes de que salga el sol’.

 

LVI • Montar los camellos de ofrenda

838. Abû Huraira relató que el Mensajero de Dios (ByP) vio a un hombre a pie guiando a su camello de ofrenda y le dijo: «Móntala». El hom- bre dijo: ‘¡Pero es una ofrenda!’ El Profeta (B y P) le dijo: «Móntala». El hombre le repitió: ‘¡Pero es una ofrenda!’ El Profeta (B y P) le dijo: «¡Ay de ti! ¡Móntala!» a la tercera o la segunda vez.

 

LVII • Quien condujo con él su ofrenda

839. ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) realizó la ‘umra y el haÿÿ juntos en la Peregrinación de la Despedida y presen- tó ofrendas. Condujo con él sus ofrendas desde Dhul Hulayfa. El Mensajero de Dios (B y P) vis- tió el ihrâm pronunciando la intención de ‘umra y luego la intención de haÿÿ. Así que la gente juntó ambas intenciones al igual que el Profeta (B y P). Algunas personas traían ofrendas y las conducían con ellos; otros no presentaban ofrendas. Cuan- do el Profeta (B y P) llegó a Makka dijo a la gen- te: «Quien ha conducido sus ofrendas no podrá suspender su ihrâm hasta que complete el haÿÿ. Quien no ha venido conduciendo su ofrenda que circunvale la Casa Sagrada y entre Al-Safa y Al- Marwa; que se corte el pelo y termine su ihrâm. Después pronunciará su intención de hacer el haÿÿ sólo. Quien no pueda ofrecer una ofrenda que ayune tres días durante el haÿÿ y siete días cuando vuelva a su hogar»’.

 

LVIII • Quien marca y adorna su ofren- da en Dhul Hulayfa y luego asume el ihrâm

840. Al-Miswar bin Majrama y Marwân dije- ron: ‘El Profeta (B y P) salió de Medina en tiem- pos de Al-Hudaibîa con más de mil de sus sahabas hasta que llegaron a Dhul Hulayfa. Allí el Profeta (B y P) marcó y engalanó a sus ofrendas y asumió el ihrâm para la ‘umra’.

(1) Sobrino de ‘Abdu Rahmân bin ‘Awf. Nació en Makka el año segundo después de la Hiÿra. Fue llevado a Medina el año octavo. Realizó el haÿÿ junto con el Profeta (B y P) y se aprendió de memoria sus ritos. Se asentó en Medina y murió en Makka el año 73H. Fue alcanzado por un proyectil de catapulta mientras rezaba en la Ka‘ba.

 

LIX • Quien engalana el cuello de la ofrenda con su propia mano

841. A ‘Âisha le llegó la noticia de que ‘Abdu- llah bin ‘Abbâs decía: ‘Quien envía una ofrenda (a la Ka‘ba) tiene prohibidas las mismas cosas que el peregrino hasta que sacrifica la ofrenda’. ‘Âisha dijo: ‘No es como él dice; yo personalmente até las guirnaldas alrededor del cuello de la ofrenda del Mensajero de Dios (B y P) con mi mano. Luego la marcó el Mensajero de Dios (B y P) con su mano y la envió con mi padre (cuando Abû Bakr dirigió la Peregrinación). Y nada que Dios haya permi- tido se le prohibió al Mensajero de Dios (B y P) hasta que la ofrenda se sacrificó’.

 

LX • Engalanando las ovejas

842. ‘Âisha relata: ‘El Mensajero de Dios (B y P) envió corderos como ofrenda...’. En otra versión dice: ‘El Profeta (B y P) engalanó los corderos y se quedó con su familia sin asumir ihrâm.’

 

LXI • Las guirnaldas de lana colorida

843. ‘Âisha relata en otra versión: ‘Yo até sus guirnaldas con lana colorida que llevaba conmi- go’.

 

LXII • Las cubiertas de los camellos y darlas en caridad

844. ‘Alî relató: ‘El Mensajero de Dios (B y P) me ordenó que dé en caridad las cubiertas de los camellos sacrificados y sus pieles.’

 

LXIII • El hombre que sacrifica vacas por sus esposas sin que ellas se lo hayan mandado

845. ‘Âisha relató: ‘Salimos con el Mensajero de Dios (B y P) cuando restaban cinco días de Dhul Qa‘da...’ (ver Nros. 791, 792). En esta versión se agrega: ‘En el día del sacrificio se nos trajo carne de vaca. Pregunte: ‘¿Qué es esto?’ Me dije- ron: ‘El Mensajero de Dios (B y P) sacrificó por sus esposas».

 

LXIV • Sacrificar en el lugar de sacrificio del Mensajero de Dios (B y P)

846. Nâfi’ relató que ‘Abdullah bin ‘Umar solía sacrificar sus ofrendas en el lugar de sacrificio; es decir: El lugar de sacrificio del Mensajero de Dios (B y P).

 

LXV • Degollar los camellos después de atarles una pierna

847. Zayd bin Ÿubayr dijo: «Abdullah bin ‘Umar pasó cerca de un hombre que había hecho recostarse a su camello para degollarlo. Le dijo: ‘Haz que se pare y le atas una pierna. Es la sunna de Muhammad (B y P).»

 

LXVI • No se debe dar nada de la ofrenda al carnicero

848. ‘Alî dijo: ‘El Profeta (B y P) me ordenó que supervise las ofrendas y que no dé nada al carnicero por desollarlas’.

 

LXVII • Lo que se come de la ofrenda y lo que se da en caridad

849. Ÿâbir bin ‘Abdullah dijo: ‘No comíamos de la carne de nuestras ofrendas por más tiempo que los tres días de Mina. El Mensajero de Dios (B y P) nos autorizó, pues dijo: «Comed de ellas y llevad un poco con vosotros». Así que comimos de ellas y llevamos un poco con nosotros’.

 

LXVIII • La rapada y el corte de cabello al terminar el ihrâm

850. ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) se rapó la cabeza en su peregri- nación’.

851. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que el Mensa- jero de Dios (B y P) dijo: «¡Oh Dios! Ten miseri- cordia de los rapados». Le dijeron: ‘¿Y los que sólo se recortaron Mensajero de Dios?’ El dijo: «¡Oh Dios! Ten misericordia de los rapados». Le dije- ron: ‘¿Y los que sólo se recortaron Mensajero de Dios?’ El dijo: «Y también de los que sólo se re- cortaron».

852. Abû Huraira relató lo mismo, con la ex- cepción que dijo: ‘...Perdona...’ en vez de ‘Ten mi- sericordia...’; lo dijo tres veces y luego dijo: «Y también a los que se recortaron».

853. Mu‘âwiya dijo: ‘Recorté el cabello del Abû Huraira con el filo de una punta de flecha’.

 

LXIX • Ramyi al-ÿimâr (arrojar las piedras)

854. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que un hom- bre le preguntó: ‘¿Cuándo debo hacer el ramyi a las ÿamarât?’ Le dijo: ‘Haz el ramyi cuando tus lí- deres lo hagan’. El hombre repitió la pregunta e Ibn ‘Umar le dijo: ‘Solíamos esperar el tiempo en que el sol pasaba el cenit para hacer el ramyi’.

 

LXX • Realizar el ramyi de las ÿamarât desde el fondo del valle

855. ‘Abdullah bin Mas‘ûd relató que hizo el ramyi desde el fondo del valle y se le dijo que al- gunos lo habían hecho desde la parte superior. El dijo: ‘¡Por Aquél que no hay deidad sino Él! Este es el lugar donde le descendió la sûra al baqara (La vaca, Nro. 2)’.

 

LXXI • Ramyi al-ÿimâr con siete peque- ñas piedras

856. ‘Abdu Rahmân bin Yazîd relató que Ibn Mas‘ûd llegó hasta la ÿamara al kubra (la piedra mayor) y se colocó de manera que la Ka‘ba quedó a su izquierda y Mina a su derecha. Lanzó las sie- te piedras hacia la ÿamra y dijo: ‘Así lanzó aquel a quien se reveló sûra ul-baqara (la sura de La vaca, Nro. 2)’.

 

LXXII • Después de lanzar a las otras dos ÿamarât se debe ir a nivel del suelo e invocar a Dios de cara a la qibla

857. Se relata de ‘Abdullah bin ‘Umar que so- lía lanzar siete pequeñas piedras a la ÿamra me- nor, pronunciando el takbîr después de lanzar cada una. Luego se adelantaba hasta volver al ni- vel de la planicie y se paraba por largo tiempo con el rostro hacia la qibla pronunciando plegarias mientras levantaba sus manos. Luego lanzaba las piedras a la ÿamra mediana y se dirigía hacia la izquierda hasta la planicie; allí se paraba miran- do hacia la qibla por largo tiempo, mientras pro- nunciaba plegarias con las manos levantadas. Fi- nalmente lanzaba las piedras a ÿamrat ul-‘Aqaba desde el fondo del valle y no se detenía después, sino que se retiraba y decía: ‘Así vi que hacía el Profeta (B y P)’.

 

LXXIII • Tawâf al-wadâ’ (la circunvala- ción de despedida)

858. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘Se ordenó a la gente que (Tawâf al wadâ’) sea lo último que ha- gan en la Casa Sagrada, excepto que se toleró de las menstruantes (que no lo hagan)’.

859. Anas bin Mâlik dijo: ‘El Profeta (B y P) rezó el dhuhur y el ‘asr, luego el magrib y el ‘ishâ’. Después durmió un poco en Al-Muhassab. Luego montó hacia la Casa Santa y la circunvaló (tawâf al wadá’)’.

 

LXXIV • Si la mujer menstrua después de hacer tawâf al-ifâda

860. ‘Abdullah bin ‘Abbâs dijo: ‘A la mujer menstruante se le permitió partir si ya había he- cho tawâf al ifâda’ y agregó: ‘Oí a Ibn ‘Umar decir:

‘Ella no puede partir’; después de un tiempo le oí decir: ‘El Profeta (B y P) se los permitió».

 

LXXV • Al-muhassab

861. ‘Abdullah bin ‘Abbâs también dijo: ‘Al- Muhassab no es un rito del haÿÿ sino que es un lugar donde el Mensajero de Dios (B y P) acampó (durante la Peregrinación de Despedida)’.

 

LXXVI • Acampar en Dhu Tuwa antes de entrar a Makka y acampar en Al-Bathâ’ en Dhul Hulayfa al volver de Makka (hacia Medina)

862. ‘Abdullah bin ‘Umar relató que solía acampar en Dhu Tuwa antes de llegar a Makka, cuando amanecía entraba a la ciudad. Al volver, pasaba por Dhu Tuwa y pernoctaba allí hasta el amanecer. Y solía decir que el Mensajero de Dios (B y P) hacía así.

 

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